lunes, 11 de octubre de 2010

Amistades peligrosas


Gabriel García Márquez estaba listo para asistir a una exhibición privada de cine el 12 de febrero de 1976. A la llegada de su amigo Mario Vargas Llosa, una sonrisa de oreja a oreja fue delineada en su rostro. Los brazos abiertos esperaban el cálido abrazo de un camarada, sin embargo, fue un frío golpe en el ojo izquierdo lo que dejó a Gabo derribado en la entrada del teatro, con el rostro ensangrentado. El escritor peruano se retiró gritando “Esto es por lo que le hiciste a Patricia (su mujer)” y dio la amistad por concluida.

García Márquez, dos días después del incidente, decidió dejar perenne el acto de violencia que sufrió por parte del escritor peruano. La instantánea fue tomada por Rodrigo Moya, en la casa del fotógrafo en la colonia Nápoles de México.

A pesar de que el escritor quiso dejar constancia de lo sucedido, el retratista recuerda que al verle preguntó al ganador del Nobel de Literatura qué había pasado y que este se mostró "evasivo" y "atribuyó la agresión a las diferencias (con Vargas Llosa), que ya eran insalvables en la medida que el autor peruano se sumaba a ritmo acelerado al pensamiento de derecha".

Gabo le pidió que se quedase con las fotos y le enviara copias. "Las guardé 30 años, y ahora que él cumple 80, y son ya 40 de la primera edición de Cien años de soledad, considero correcta la publicación de este comentario sobre el terrorífico encuentro entre dos grandes escritores, uno de izquierda, y otro de contundentes derechazos", concluye Rodrigo Moya.
La imagen fue propagada el día del 80 cumpleaños del escritor, en el diario mexicano La Jornada con en un artículo titulado “La terrífica historia de un ojo morado”.

Preferencias políticas o amorosas
Las desavenencias entre Mario Vargas Llosa y su segunda esposa, su prima, Patricia Llosa, tuvieron la culpa del enfrentamiento. Según Rodrigo Moya, "mientras ambas parejas vivían en París, los García Márquez habían tratado de mediar en los disturbios conyugales" del autor peruano y su mujer "acogiendo" las confidencias de aquél. Cuando los Vargas Llosa se reconciliaron él supo que sus secretos se habían revelado y se sintió "gravemente ofendido".

A pesar del paso de los años, ni Gabo ni Vargas Llosa han dado su brazo a torcer. Aunque cada uno, actualmente, reside en lugares distintos (Colombia y Estados Unidos respectivamente), lo único que queda entre ambos artistas es el respeto por sus obras, como demostró García Márquez al publicar en su Twitter “cuentas iguales”, refiriéndose al escritor peruano por el Nobel de Literatura que recibió recientemente.

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